ÚNICA EN SU ESPECIE
Lo que predomina en Toro son suelos rocosos, añejos, humildes y sucumbidos a cambios climatológicos extremos, una carta de presentación, inicialmente antagónica a un vino elegante, redondo y con una excepcional capacidad de guarda. La dificultad de esta región ha sometido a Bodega Numanthia a un insaciable I+D bajo un sistema de producción único que permite, cada año, descubrir la mejor expresión frutal de sus viñedos y, por ende, de la D.O. de Toro.
Forman parte de sus terruños algunos de los viñedos más antiguos del mundo, con más de 200 años de antigüedad, sometidos a imprevistos históricos y a la violencia de la naturaleza. Su mayor erario, la uva Tinta de Toro, una adaptación insólita del Tempranillo, con una extraordinaria capacidad de adaptación a un clima de severos contrastes entre nueves meses de invierno y tres de infierno. De suelos secos y arenosos, condición que contribuyó a resistir la filoxera en 1860, Bodega Numanthia abandera el compromiso de preservar y proteger un legado centenario con la exigencia del más meticuloso esfuerzo humano.
Bodega Numanthia es el resultado del arte de dominar una uva salvaje y del acceso a todas las facetas de una denominación diseminada entre Toro, Valdefinjas, Venialbo, El Pego y Argujillo.
Terroir Experience se traduce en un recorrido por los terruños que hacen posible tal manjar en formato botella. A La Jara, zona central de severidad y tempestividad, se le debe el sabor concentrado, afrutado y complejo. La Manga, meseta alta y arenosa del norte, la estructura y amplitud. Y a Argujillo, al sur, la frescura y un potencial de maduración prolongado.
De unas vides centenarias se extraen la diversidad de terruños, los matices de la uva de Tinta de Toro y la intensidad hecha expresión a través de Termes, Numanthia y Termanthia. La grandeza de la resistencia no se descubre a través de la fuerza, si no de la perseverancia.
El sutil blend resultado de la mezcla del vino procedente de La Jara, La Manga, Venialbo, El Pago y Argujillo concluye en un abanico aromático complejo, elegante y fresco, elementos que en conjunción dan lugar a Termanthia 2014 y Numanthia 2016, una celebración de terruños heredados a lo largo de las generaciones.
De color intenso y textura aterciopelada con volumen, el vino es generoso, expresivo, longevo y profundo. Su frescura resalta la complejidad natural con una entrada amable y una expansión intensa en paladar. Una fruta única requiere una vinificación única, y estas dos nuevas añadas responden a un enfoque basado en la infusión, permitiendo la absoluta revelación del potencial de la uva en su estado óptimo de maduración, con un equilibrio insuperable entre distinción y vigor.
Alberto Zapata para LEXQUISITE Mag