UNA DECLARACIÓN DE LIBERTAD…
Cuando Dom Pérignon elige ser rosado, es una declaración de libertad. Libertad para explorar. Libertad para dejar de lado las convenciones y empujar los límites de la creatividad.
Dom Pérignon Rosé surge de este deseo de atreverse, capturando el rojo de la uva pinot noir en su resplandor original, capturando su poder y vitalidad en un ensamblaje audaz y asertivo.
Templado por una transformación lenta y meticulosamente controlada durante casi doce años de elaboración, Dom Pérignon Rosé es indómito y carnal, claroscuro y decididamente magnético.
Su vibración abraza la exaltación de lo desconocido e invita a explorar.
Esta firme revelación, sin convenciones ni límites, ha dado lugar a un evento indómito de exploración de lo desconocido. Una invitación a ser testigo de una experiencia tan radical como empírica en la que el champagne y la alta gastronomía impulsan los límites de la creación en una búsqueda de armonía para
generar emoción.
Su eje principal, el inédito Dom Pérignon Rosé Vintage 2008 y sus códigos de identidad: desafío y riesgo creativo, poderosa vitalidad y soberanía desenfrenada.
Alberto Zapata para LEXQUISITE Mag