OSBORNE

LA ESENCIA DEL PUERTO DE SANTA MARÍA: VINOS EN RAMA

Osborne, en su firme apuesta por elevar la calidad de los vinos de Jerez, recupera ahora su esencia a través de su nueva colección de tres vinos en rama, compuesta por Coquinero Fino en rama, La Honda Fino en rama y La Honda Amontillado en rama. Tres vinos que son una selección de las soleras centenarias que posee la familia Osborne, y que reflejan el carácter de los vinos portuenses, cuya flor y singular microclima les aporta ese carácter especial.

  • Coquinero Fino en Rama

Precursor de los vinos de Jerez hoy tan en boga, un Fino estructurado, vivo, con 6 años y medio de vejez promedio, que posee 115 botas en 6 escalas de las que se embotellan en dos sacas sólo 7.341 botellas de 50cl anuales. El resultado es un vino punzante, fresco y complejo en nariz, con delicados aromas a manzana verde y notas de avellana y gran expresividad de los aromas de la flor. En boca, es seco, refrescante y suave con un prolongado final de avellana ligeramente amargo.

  • La Honda Fino en Rama

Es un Fino viejísimo con más de 12 años de vejez promedio y una personalidad propia inherente al terruño, casta y cultura bodeguera de donde proviene que cuenta con 198 botas en 8 escalas, por lo tanto su disponibilidad es de 10.600 botellas de 50 cl anuales. Ofrece un color oro viejo intenso con brillos ámbar. En nariz destacan las notas de levadura de flor atenuada por intensas notas de oxidación. Se aprecian también notas de caramelo tostado, recuerdos a mazapán, salitre, almendras, avellanas y nueces garrapiñadas, muy complejo. En boca, tiene una entrada seca y con volumen, con un punto salino, poderoso paso largo y untuoso con notas de madera noble. Su final es cítrico, con fuerte persistencia de frutos secos, en definitiva un vino que exhibe con orgullo ese carácter de fino añejo.

  • Honda Amontillado en Rama

Está lleno de los matices propios de un vino muy muy viejo. En esta ocasión se han elegido 194 botas repartidas en 4
escalas de las que se sacan 6600 botellas 50 cl anuales. Con más de 22 años de vejez, su color es ámbar topacio intenso. Cuenta con un perfil afilado de amontillado clásico y una expresión soberbia. En nariz, se perciben notas de
oxidación, cúrcuma, madera noble, cáscara de nuez, avellana y toques de caramelo toffee. En boca, es potente, de gran estructura, con sabrosa acidez y suave astringencia.

Alberto Zapata para LEXQUISITE Mag

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