FERRARI BR20:

PARA UN SOLO CLIENTE

Es un V-12 dos plazas desarrollado en la plataforma del GTC4 Lusso. que es una referencia a los modelos cupé de Ferrari en los 50 y los 60. Es el último ejemplar de su serie Special Projects, conocida también como ‘One-Offs’ y formada por sus coches más exclusivos: los que se diseñan, desarrollan y fabrican para un único cliente, siguiendo las indicaciones y preferencias de éste. De hecho, el cliente parecía tener en su lista de coches admirados dos modelos míticos de la casa: los Ferrari 410 SA y 500 Superfast, que en cierto modo han servido de inspiración.

Al suprimirse los dos asientos posteriores que sí ofrecía el GTC4 Lusso, un coche dibujado en su día bajo la dirección de Flavio Manzoni, los diseñadores del Styling Centre de Ferrari pudieron configurar un perfil mucho más dinámico, con una afilada línea fastback. Y el estiramiento del voladizo posterior, necesario para equilibrar mejor sus formas, fue exactamente de tres pulgadas (76 milímetros), lo que ha llevado la longitud total de los 4,92 metros del modelo original a rozar prácticamente los cinco metros en el BR20, cuya distancia entre ejes sigue siendo la misma: 2,99 metros. Una transformación firmada de nuevo por el propio Manzoni, encargado también de redistribuir los espacios en el interior, completamente redefinidos desde los respaldos delanteros hacia atrás.

El BR20 también recurre a numerosos elementos externos en fibra de carbono, como en el área de la parrilla frontal, y los diseñadores modificaron incluso la forma de los faros, que son más bajos que los del GTC 4 Lusso para prolongar al máximo el tamaño del capó delantero. Las llantas de 20 pulgadas, que presentan una terminación diamantada, responden a un diseño específico, y ningún otro coche de la marca italiana las luce o las lucirá.

Para el interior, se han seguido al pie de la letra los deseos del cliente, que pidió un acabado bitono formado por cuero marrón y fibra de carbono. Además, los dos asientos están tapizados en cuero marrón Heritage Testa di Moro, con un patrón de diseño especial y pespuntes cruzados plateados.

Sobre el nombre del cliente o el precio que ha pagado, nada se sabe. Y sobre la parte mecánica, Ferrari solo confirma que se ha conservado la tracción a las cuatro ruedas 4RM, aunque parece lógico que se haya hecho lo mismo con el conjunto motopropulsor, protagonizado en el GTC4 Lusso por un V12 atmosférico de 6,3 litros que rendía 690 CV a 8.000 revoluciones por minuto y, en combinación con una transmisión automática de doble embrague y siete marchas, le permitía alcanzar 335 km/h de velocidad punta o acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos.

Alberto Zapata para LEXQUISITE Mag

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