LA QUINTA DE SAN AMARO

UN HOTEL CAUTIVADOR

Esta aventura empezó hace 15 años cuando dos consumidores de hoteles con encanto tuvieron la oportunidad de cambiar su vida y empezar una nueva aventura lejos de Madrid. Ellos son Nacho Crespo y Julio Ouviña.

“Después de dar muchas vueltas, dimos con Meaño. No era el pueblo más conocido turísticamente, pero su localización era perfecta para estar bien comunicado. En la finca había varias casas de más de cien años y algunos muros caídos que podían tener más de doscientos. Pensar en todos los detalles fue divertido. La obra fue complicada y el resultado nos hacía sentirnos satisfechos, seguros para poder ofrecerlo a nuestros clientes y amigos”.

“La idea del restaurante surgió un poco más tarde. Considerábamos que era un buen complemento para un hotel de estas características y la zona donde nos encontramos. Con el restaurante pretendíamos ofrecer una alternativa gastronómica de calidad en un ambiente agradable, con un servicio eficiente y amable con una relación calidad precio razonable”.

Hoy en día creemos que la Quinta de San Amaro ha cubierto sus expectativas. Los clientes que deciden alojarse allí viven la experiencia de una Galicia rural, pero bien comunicada, entre viñedos de Albariño, pero a tan solo 10 minutos de las mejores playas de las Rías Baixas. Por otro lado, la clientela del restaurante repite habitualmente y eso “nos provoca una gran satisfacción”.